Una tercera parte de la mano de obra europea posee un bajo nivel de cualificación, lo que se traduce en un total de 72 millones de trabajadores. Así lo recoge el informe no vinculante que acaba de aprobar el Parlamento Europeo, reunido en Pleno en Estrasburgo, y a través del cual recomienda a los Estados miembros que promocionen el aprendizaje de adultos y favorezcan la conciliación de la vida laboral y familiar. La pretensión de la Eurocámara se enmarca dentro del Programa de Aprendizaje Permanente (PAP, 2007-2013) de la UE cuyo objetivo es estimular el intercambio, la cooperación y la movilidad entre los sistemas de educación comunitarios. Para todo ello, el PAP cuenta con un presupuesto de 6.970 millones de euros.