Reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 50% de aquí a 2050 con respecto a los niveles de 1990 es la tarea que se han llevado a casa los líderes de los ocho países más ricos del mundo, reunidos en Toyako (al norte de Japón). Sin embargo, otros estados implicados en las negociaciones sobre el cambio climático de las Naciones Unidas, como Brasil, China o India, han advertido de que no están dispuestos a luchar por cumplir dicho objetivo. La próxima cita, prevista en Copenhague en 2009, será fundamental para convencer a los más de 200 países participantes en las negociaciones de que se suban al carro.