La creación del Área de Libre Comercio Euro-Mediterránea, prevista para el año 2010, obligará a los países meridionales de Europa a competir duramente en política agro-alimentaria. Los estados de la orilla sur y oriental del Mediterráneo (más conocidos por su sigla en inglés, SEMC) han aumentado su competitividad en estos sectores durante los últimos años, y ahora sus exportaciones podrían fortalecerse. Este área de libre comercio supone un reto comercial para la UE, que se abre hacia un mercado excesivamente dependiente de las exportaciones comunitarias.