Varios informes adoptados hoy por la Comisión Europea indican que, a pesar de los progresos realizados, Bulgaria y Rumanía tienen que seguir esforzándose por reformar sus sistemas judiciales y, sobre todo, por acabar con el elevado índice de corrupción. En el caso específico de Bulgaria, los estudios recalcan que este país aún tiene mucho trabajo por hacer para acabar con el crimen organizado. También en lo referente únicamente a Bulgaria, el Ejecutivo comunitario ha tomado la decisión formal de suspender la financiación comunitaria destinada a las infraestructuras y retirar la acreditación a dos agencias gubernamentales encargadas de gestionar los fondos europeos de preadhesión.