Filipinas grava las bebidas espirituosas importadas con unos impuestos especiales hasta 50 veces superiores a los aplicados a los productos nacionales del mismo tipo. La UE, que exporta principalmente brandy español y whisky escocés, lleva años dialogando con Manila para poner fin a una situación que considera "injusta", pero no ha conseguido los resultados esperados. Por ello, ha optado por solicitar hoy consultas con el país asiático en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el fin de llegar a una situación satisfactoria para ambas partes.