La ratificación del Tratado de Lisboa por parte de República Checa está cada vez más cerca. El presidente Klaus y su vicepresidente, Stefan Füle, han tildado de "constructivas" y "optimistas" las últimas reuniones mantenidas con el presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt, para desbloquear el proceso, el último gran escollo para la entrada en vigor del nuevo marco jurídico europeo. Todo apunta a que las concesiones de la UE, sumadas a las presiones en su propio país, harán posible que el Ejecutivo centroeuropeo respalde el texto antes de finales de año.