Venezuela se despierta hoy ante un futuro incierto. La elección de la Asamblea Constituyente promulgada por el oficialismo se celebró en un clima de máxima tensión y violencia evidenciando la división del país. España y el Parlamento Europeo no reconocen los resultados en un aislamiento internacional generalizado. La Comisión Europea “tiene dudas” y asegura estar preocupada por su futuro democrático.