Exteriores

¿Qué supone el referéndum kurdo para la Unión Europea?

por María G. Zornoza

Fuente: Kurdish Army

Poco se habla de lo mucho que está en juego para la región –y extensivamente para la UE- con el referéndum que se celebra hoy en el área semiautónoma del Kurdistán iraquí. La UE teme que las urnas agudicen las tensiones dentro y fuera de Irak y entorpezcan la lucha contra el IS. Sin embargo, ¿podría un Kurdistán independiente, rico en petróleo y estable ser un aliado estratégico para la Unión Europea?

A pesar de la presión internacional y el riesgo de colapso económico del enclave en el norte de Irak, Masur Barzani, presidente kurdo, ha decidido sacar las urnas. Además de las disputas internas –la oposición considera que no es el momento-, el Erbil de mañana enfrenta un periodo de incertidumbre, aunque como ya avanzó ayer el líder kurdo, el objetivo es comenzar un diálogo no proclamar la independencia el 26 de septiembre.

Los combatientes kurdos, y en especial los peshmerga, se han erigido como los aliados claves de Estados Unidos y la Unión Europea en la batalla sobre el terreno contra las huestes de Estado Islámico. Bruselas teme que este paso debilite la estrategia y entorpezca los esfuerzos sobre la lucha yihadista. Los peshmerga han sido la piedra angular de las derrotas de los barbudos en Irak. Es decir, en la liberación de Mosul, en hacer frente a la masacre de la minoría yazidí en los montes de Sinjar o en la toma de Kirkuk.

Kirkuk es la capital cultural de los kurdos. Es también la joya de la corona por sus reservas de petróleo. Y es, además, el ejemplo del complejo puzzle sectario que prendió el dictador Saddam Hussein y avivó la invasión de Estados Unidos. Kirkuk fue la máxima expresión del proceso de “arabización” que llevó a cabo Hussein. Hoy es una mezcla de suníes, chiíes, asirios, kurdos… El problema de esta golpeada urbe es que se encuentra fuera de las fronteras oficiales que la Constitución de 2005 establece sobre las tierras de Erbil y los ciudadanos “no kurdos” temen convertirse en ciudadanos de segunda. A Bruselas le inquieta que la inestabilidad se extienda por el ya inestable Irak e incrementen las divisiones sectarias.

Además, la relación con sus vecinos tampoco ayuda al contexto regional. A Irán, Turquía y Siria les aterra que estos anhelos de independencia empujen a sus ciudadanos kurdos a seguir los mismos pasos. Teherán y Ankara ya han movido fecha cerrando espacios aéreos, moviendo tropas a la frontera y levantando el tono de las amenazas. Y es aquí donde el “realipolitik” muestra su mejor ficha: Turquía tiene muy buenas relaciones comerciales y políticas con Erbil, pues la gran mayoría del petróleo kurdo se exporta a través del puerto turco de Ceyhan.

En este rechazo regional, solo Israel apoya el “derecho de autodeterminación” del pueblo kurdo. No solo por empatías históricas –ambos rodeados por sus vecinos árabes- sino porque puede ser un eje de desestabilización de su gran enemigo Irán. Tel Aviv ve en Erbil un aliado estratégico en un lugar estratégico.

“La UE reitera su firme apoyo a la unidad de Irak, su soberanía y su integridad territorial. Las acciones unilaterales son contraproductivas y deben evitarse”, se limitó a señalar la semana pasada Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE. La italiana animó a Erbil y Bagdad a establecer un diálogo “pacífico y constructivo”.

Pero, ¿podría ser un Kurdistán independiente aliado estratégico para la Unión Europea? Erbil se presenta como un socio estable, de confianza y un Estado más secular en una región y un momento clave. Además, desarrollando sus intercambios de petróleo, el bloque comunitario podría reducir su dependencia energética de Rusia.

Los acuerdos Sykes-Picot dividieron el sueño kurdo en cuatro. Cien años después, esta minoría milenaria ha sido perseguida y señalada por sus países “de acogida” teniendo su gran escenificación con el genocidio de Sadam Hussein. “Irak es un Estado teocrático y sectario. Los kurdos tenemos nuestra geografía, tierra y cultura. Tenemos nuestra propia lengua. Rechazamos la subordinación”, señaló ayer Barzani en rueda de prensa. 

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