“Tenemos que ser considerados como ciudadanos, esto marcaría una gran diferencia”, ha señalado Anthony Oluoch, activista LGBTIQ de Kenia en un acto por los derechos de este colectivo celebrado en la Eurocámara. A día de hoy, estas personas son criminalizadas en cuatro de cada cinco países africanos y las mujeres sufren esta discriminación de forma doble. “No tenemos nadie con quien hablar”, denuncia la togolesa Edinedi Essiomle.