Unión Europea

‘La muerte de Schengen sería el principio del fin de Europa’

por María G. Zornoza

Dimitris Avramopoulos, comisario de Interior
Dimitris Avramopoulos, comisario de Interior
Fuente: Comisión Europea

Dimitris Avramopoulos, comisario de Interior, ha presentado hoy la propuesta de la Comisión Europea para adaptar el espacio Schengen al nuevo contexto de seguridad. Atendiendo a las demandas del eje franco-alemán contempla los controles internos “proporcionales” y “justificados”. Aunque advierte: “La muerte de Schengen sería el principio del fin de Europa”.

Los Estados miembros tienen el derecho, amparados en los artículos 25 y 26 del código de conducta de Schengen, de establecer controles fronterizos en el caso de amenazas a su orden público o a su seguridad. “Los controles son y deberían ser la excepción”, ha comenzado hoy en su intervención el comisario. Y ha detallado que la nueva propuesta no es una prórroga más, sino una modificación del código que regula Schengen “con principios fundamentales”. La clave del documento presentado hoy es que los Veintiocho podrán aplicar los controles de seis meses a un año en caso de amenazas persistentes y prolongarlos otros dos años más siempre y cuando cuente con la recomendación del Consejo Europeo.

Desde septiembre de 2015, Bruselas autorizó el control de fronteras internas por la afluencia de refugiados que llegaban al Viejo Continente, especialmente a través de la ruta de los Balcanes. Avramopoulos considera que terminado este estado de excepción y apagado el “modo crisis” en el drama migratorio, es hora de restablecer Schengen, “uno de los principales logros de la integración europea”.

Sin embargo, Bruselas se ha topado con el rechazo de cinco países –Alemania, Francia, Dinamarca, Austria y Noruega- que le piden una prolongación más allá de la última prórroga que expira el próximo noviembre. “La movilidad es el rasgo esencial de nuestros tiempos. No podemos detenerla pero sí gestionarla mejor”, ha agregado el comisario griego, solicitando una enmienda en el código de fronteras.

La Comisión siempre ha defendido que esta medida debe aplicarse de forma temporal. Pero, finalmente, ha sucumbido a las demandas del eje franco-alemán: se podrán desplegar controles internos en situaciones extraordinarias y bajo autorización previa del Consejo Europeo. Además, la Comisión evaluará los casos de forma individual. Una vez superada la “crisis migratoria”, los Estados miembros apelan a la amenaza a su seguridad tras los atentados yihadistas en suelo europeo. Avramopoulos ha defendido que “la seguridad de un Estado miembro es la seguridad interna de todos”, pero ha pedido “proporcionalidad” para “garantizar que no se abuse de las normas”.

El comisario ha reiterado que los Estados miembros deben acudir a estas medidas como último recurso, debiendo antes haber llevado a cabo otros pasos como reforzar los controles policiales extra fronterizos. “Hay que preservar Schengen. Todos somos responsables de ello. Su muerte sería el principio del fin de Europa”, ha zanjado.

Además, como ya hizo Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, en el discurso sobre el estado de la Unión, el griego ha pedido que se incluya a Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen. 

Enlacesde interés