Dimitris Avramopoulos, comisario de Migración e Interior, se ha visto salpicado por un caso de soborno cuando estaba al frente del Ministerio de Salud griego entre los años 2006 y 2009. Un testigo le acusa de haber aceptado junto a otros nueve políticos 50 millones para favorecer a la farmacéutica suiza Novartis. El comisario ha negado las acusaciones, a las que califica de “difamaciones” y “conspiración”. El Ejecutivo comunitario le ha respaldado.