Hungría ha redoblado la presión contra los migrantes y refugiados dejando de alimentar a los solicitantes de asilo que están esperando a ser devueltos a su país tras ver denegada su petición. La ONG Human Rights Watch ha alertado que la medida busca presionar a estos grupos de personas para que desistan en su intento de conseguir asilo. La Corte Europea de Derechos Humanos ya ha fallado a favor de que Hungría cumpla con sus obligaciones.