La clase política española, como en muchos otros países, cuenta con ciertos privilegios, muchos de ellos aceptados por la sociedad. Pero este año uno de esas ventajas se están cobrando varias víctimas: Cristina Cifuentes, expresidenta de la Comunidad de Madrid, tuvo que dimitir cuando se descubrió que había obtenido un máster sin casi acudir a clase. Casos similares han afectado a Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular y ahora a una ministra del Gobierno de España.