América Latina

La UE sube el tono por la 'represión' en Nicaragua, pero evita las sanciones

por María G. Zornoza

Daniel Ortega
Daniel Ortega
Fuente: Cancillería de Ecuador

Los ministros de Asuntos Exteriores se dan cita durante este lunes y martes en la capital comunitaria con un menú cargado. Nicaragua será uno de los principales platos a iniciativa de España. La UE ha condenado la “brutal represión” y ha advertido al régimen de Daniel Ortega de que está dispuesta a emplear “todos los instrumentos a su alcance” si la "represión", que deja más de 300 muertos, no cesa. No obstante, evita (de momento) imponer sanciones.

Los ministros de Exteriores lanzan este lunes su primera advertencia a Nicaragua. Aunque en las conclusiones que los Veintiocho han aprobado a lo largo de la mañana sin debate no aparece la palabra “sanciones”, la maquinaria diplomática europea siembra la primera semilla para imponer medidas restrictivas al Gobierno que lidera Daniel Ortega y cuya represión deja más de 300 muertos.

En sus conclusiones, la UE ha advertido de que si la situación no cambia, el bloque comunitario está “dispuesto a utilizar todos los instrumentos a su alcance” para “buscar una salida pacífica y negociada a la crisis”. En los pasillos de Bruselas, se refieren a la situación del país de “auténtica represión” y de “gran preocupación” porque como en Venezuela, se ha roto el diálogo nacional en el país.

El Consejo ha “condenado con firmeza” las recientes medidas dirigidas “contra las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación independientes suponen un nuevo golpe para la democracia, los derechos humanos y las libertades civiles que agrava la crisis política y social”.

Aunque hace nueve meses desde que la situación estalló en las calles nicaragüenses, es ahora cuando la relación con la Unión se encuentra más tensa. De hecho, la visita de una delegación del Parlamento Europeo había estado en duda hasta el último minuto. Finalmente parece que Managua sí ha autorizado la entrada al país de los eurodiputados.

“Nicaragua, bajo el régimen de Ortega, se está convirtiendo en una segunda Venezuela. Si el régimen no respeta los principios del Estado de Derecho, democracia y derechos humanos, habrá muy pronto medidas”, señalaba hace unos días Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo. El italiano no es, sin embargo, el único que hace un símil entre las situaciones de Caracas y Managua. También lo hizo hace unos días Josep Borrell, ministro de Exteriores, que aseguró que las “únicas medidas que se pueden tomar contra el Gobierno de Nicaragua son las sanciones”.

A su llegada al encuentro, Borrell ha recordado que la UE trata las crisis de América Latina gracias "a la insistencia de España y Portugal" y ha reprochado que estos debates cuestan más que los que conciernen "a las antiguas colonias franco-británicas". "Europa no puede no ocuparse de ello. No basta con decir que lo lamentamos mucho e imponer algunas sanciones", ha señalado respaldando la posición comunitaria de la necesidad de llevar a cabo elecciones en el país.

La represión en Nicaragua ha dejado desde abril de 2018 325 muertos, 2.000 resultaron heridas y 52.000 refugiados, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las manifestaciones, “brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad y grupos armados afines al gobierno”, según la UE, se remontan al 18 de abril, cuando Ortega impulsó una reforma para la Seguridad Social que canalizó el previo descontento social, La medida contemplaba entre otras cosas un recorte del 5% de las pensiones y aumentar los impuestos.

Hasta la fecha, las respuestas de la Unión se habían canalizado en torno a una condena del Parlamento Europeo por “la brutal represión” y un comunicado que pedía a la policía debe evitar el uso excesivo de la fuerza y los grupos armados deben ser controlados. “La libertad de expresión y la libertad de manifestación pacífica deben ser respetadas, mientras todas las partes se comportan de forma comedida”, rezaba el escrito de Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE.

La posición comunitaria pasa ahora por apoyar los esfuerzos regionales para que exista rendición de cuentas así como la celebración de elecciones justas. “La UE cree que la única manera de abordar la crisis actual y responder a las apremiantes necesidades y aspiraciones del pueblo nicaragüense es iniciar un diálogo y una negociación verdaderos”, señalan las conclusiones.

Aunque de momento la UE evita las sanciones contra el régimen de Ortega, contra el de Nicolás Maduro impuso sus primeras medidas restrictivas con poco más de 100 fallecidos hace justo un año. Ahora el bloque comunitario busca impulsar el diálogo nacional en Caracas para que Gobierno y oposición se sienten juntos a dialogar. Para ello, el bloque comunitario está trabajando en la creación de un grupo de contacto que medie entre ambas partes. Según fuentes diplomáticas podría estar listo en un mes y estaría formado por países de la región y "unos pocos" europeos. "A fecha de hoy hay que evitar una guerra civil", señalan las mismas fuentes.

El de este lunes, será la primera reunión del Consejo de la UE desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro fue investido presidente para su segundo mandato. La Unión y los Estados miembros acordaron no enviar representación para el evento, aunque los embajadores de la UE sí se reunieron con Maduro durante el pasado fin de semana.