Los ministros de Justicia de la Unión Europea han dado este lunes el empujón definitivo a la normativa para la protección de los llamados “whistleblowers o confidentes”. La Directiva, que entrará en vigor en 2021, tiene por objetivo garantizar la protección de los empleados que denuncien actividades ilícitas o “abusos de Derecho” dentro de empresas y administraciones públicas, una lacra que supone entre 5.800 y 9.600 millones de pérdidas anualmente.
¿Quieres seguir leyendo?
Recuperar contraseña
Introduzca la dirección de correo con la que se registró y le enviaremos su clave de acceso.
Nuestro sitio web usa cookies para mejorar la experiencia de usuario, conocer sus hábitos de navegación y ofrecerle mejor contenido.
Si continúa navegando por el sitio entendemos que da su consentimiento a nuestra política de cookies.
Aceptar
Our website uses cookies in order to improve your user experience, know your navigation habits and offer you better contents.
By using this website you consent to our cookie policy.
Accept