Sociedad

Violencia de género en la UE, una lacra enmascarada por la opacidad de los datos

por Alberto Vela

Fuente: Cristina Pita da Veiga

La violencia machista no entiende de fronteras en una UE en la que una de cada tres mujeres reconoce haber sufrido algún tipo de agresión física o sexual. Las capitales europeas ensayan nuevas estrategias políticas para acabar con una de las mayores lacras comunitarias. En Francia una mujer es asesinada cada dos días. Las cifras hablan por sí solas, pero la falta de números en algunos Estados miembros esconde una realidad todavía más oscura.

Una de cada tres mujeres de la UE reconoce haber sufrido algún tipo de agresión física o sexual en su vida. El impulso de la cuarta ola del movimiento feminista ha colocado la violencia machista como una de las principales preocupaciones del debate social y político comunitario. Ante la conmoción de las cifras, países como Francia o España, intentan ensayar nuevas estrategias de prevención. Pero la falta de números y la homogeneidad en las legislaciones europeas dibuja un mapa pintado por una realidad opaca. Tan solo España y Suecia califican la violencia de género como tal, mientras que en la mayoría de capitales predomina la tipificación de violencia doméstica, como es el caso, por ejemplo, Alemania.

Elaboración: Cristina Pita da Veiga

La falta de datos homologables y de una definición armonizada enmascara la verdadera magnitud de la violencia de género en la UE. El Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE) solo ha logrado recopilar los últimos datos de violencia machista de 16 Estados miembros de la UE, los cuales arrojaron a la luz un total de 788 mujeres asesinadas por su pareja o un miembro familiar en 2016. Una cifra que, pese a su gravedad, sigue lejos de representar la verdadera dimensión de un problema que no conoce fronteras en el bloque comunitario.

A pesar de que la UE se adhirió en 2017 al Convenio de Estambul, en la que los países integrantes se comprometen a recoger los datos estadísticos detallados sobre todas las formas de violencia de género, siete Estados miembros aún no la han ratificado: Bulgaria, Chequia, Hungría, Lituania, Letonia, Eslovaquia y el Reino Unido. La Eurocámara debate este lunes una resolución para instar a estos países miembros a “adherirse al convenio sin demora y a adoptar todas las medidas legislativas y políticas necesarias para poner fin a la violencia de género”. 

El feminicidio es un fenómeno especialmente difícil de ponderar debido a la falta de información. El EIGE ha conseguido capturar parcialmente esta realidad a través de los datos administrativos nacionales sobre el homicidio intencional de mujeres por parte de una pareja íntima o de un miembro de la familia o parientes. Para el EIGE, la recopilación de datos “sienta las bases de la acción contra la lucha de género”, siendo España uno de los Estados miembro que mejor realiza esta tarea estadística y siendo, junto a Suecia, el único país de la UE que tiene una ley específica contra la violencia de género.

El consentimiento legal, una de principales las asignaturas pendientes

Varios estudios indican que Dinamarca es el país con mayor índice de agresiones sexuales en la Unión Europea. ¿Cómo es posible que un país bien tan puntuado en el índice de igualdad de género sea considerado uno de los peores del continente en materia de violencia sexual? Una de las respuestas se encuentra en la tibia definición de violación recogida la legislación danesa.

Fundamentalmente, la ley solo reconoce violación cuando se ha hecho uso de la fuerza o bajo la amenaza de violencia, sin tratar la cuestión del consentimiento. Las directrices de la Policía Nacional Danesa dicen que los agentes deben siempre preguntar a las personas que denuncian una violación sobre la "resistencia contra agresor", es decir, si trataron o no de luchar físicamente contra ellos. Países como Alemania, donde según datos policiales al menos una mujer al día es amenazada por su pareja o ex-pareja, tuvieron que revocar este año una legislación parecida, donde la víctimas tenían que demostrar que existió resistencia física a sus violadores. Suecia también promulgó una ley basada en el consentimiento el pasado mes de julio y España, con una normativa también similar a la danesa, se encuentra en vías de modificar la suya.

El feminicidio, el centro del debate político en Francia

Decenas de miles de mujeres marcharon por París el sábado en el fín de semana previo del El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El año pasado, 121 mujeres fueron asesinadas en Francia por sus parejas o ex-parejas. En lo que va de 2019, al menos 137 mujeres han sido asesinadas; es decir, una mujer cada dos días.

La dura realidad del feminicidio en Francia y la falta de medios - mientras los tribunales españoles firman aproximadamente 20.000 órdenes de alejamiento y protección al año, el poder judicial francés sólo otorga unas 1.300, por ejemplo - han encendido las calles este otoño en Francia. El Eliseo dedica actualmente cinco millones de euros al año para tratar de prevenir la violencia machista mortal, pero asociaciones de víctimas y activistas están pidiendo al Ejecutivo de Emmanuel Macron que haga e invierta más.

A finales de 2017 Macron inauguró un chat policial en el que víctimas y testigos pueden hacer consultas de forma anónima a la policía. No es para casos urgentes, que son derivados a un teléfono específico. Según la televisión pública francesa, 1.661 mujeres llamaron solo el martes pasado a esta línea, en comparación con una media de 200 a 300 llamadas diarias, lo que elevó la presión sobre el Ejecutivo francés para intensificar su acción.

El primer ministro francés, Edouard Philippe, anunció la semana pasada que abriría 1.000 nuevas plazas en refugios para víctimas de la violencia doméstica y una auditoría de 400 comisarías de policía para examinar cómo se tramitan las denuncias de mujeres. Philippe afirmó que crearía una reforma legislativa que permitiría el uso a gran escala de brazaletes electrónicos para evitar que los delincuentes de violencia doméstica se acerquen a sus víctimas. Los jueces podrían imponer este brazalete electrónico a personas que son objeto de una orden de alejamiento, aunque aún no ha sido condenada por un delito.

Las propuestas del Gobierno también incluyen disposiciones para que los jueces de familia puedan suspender los derechos de visita a hijos de hombres que agreden o amenazan a sus ex parejas, y para que las mujeres hospitalizadas por violencia machista puedan presentar una denuncia penal desde su cama en el hospital. Así, Macron busca dar una respuesta a un drama que ha pasado al primer plano del debate político en la que es una las principales economías del euro con peores estadísticas en violencia de género.

Las capitales europeas ensayan nuevas políticas de prevención

Los expertos del EIGE coinciden en la necesidad de tipificar este tipo de violencia en el código penal. Uno de los casos más severos de la UE es el de Finlandia, donde a pesar del avanzado sistema de ayudas sociales, existe una política de género “neutral” en la que no se plantea una violencia específica contra las mujeres en el sistema judicial o policial. No obstante, el nuevo Gobierno ha anunciado que creará una relatora especial sobre la violencia machista y en un informe publicado en septiembre de 2019 por el Consejo de Europa, los expertos felicitaron a Finlandia por sus esfuerzos por "aumentar los servicios a las víctimas". 

España ha sido uno de los países miembro más pioneros en esta materia. Con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aprobado en el Congreso en 2017, España ha previsto nuevas medidas para detectar casos de violencia de género aunque las víctimas no hayan dado la voz de alarma. Por ejemplo, los médicos o trabajadores sociales podrán avisar a las autoridades si ven indicios de violencia machista, aunque la persona no haya solicitado dicha ayuda. También se ha creado una de las primeras comisarías dedicada solo a la materia de violencia de género. Se inauguró en abril en Valencia con nueve agentes, todas mujeres especializadas en violencia machista, un psicólogo y un trabajador social. 

Croacia, que cuenta ocupa la quinta posición en el ratio de violencia de género de la UE elaborado por el EIGE, también ha empezado ha dirigir políticas de prevención en sus cuerpo de polícia. Este año ha introducido un examen-cuestionario de 100 preguntas para que los agentes de policía croatas se instruyan en casos, estudios y guías de actuación para prevenir la violencia machista.

Desde el EIGE hacen constar que muchos de los feminicidios cometidos en la UE son evitables a través de políticas de prevención. "Hay dos medidas que están funcionando en los Estados miembro: las líneas de asistencia telefónica para denunciar o pedir ayuda, y las directrices policiales para identificar posibles casos de violencia de género", ha señalado en una entrevista a Aquí Europa Jurgita Peciuriene, experta en violencia de género del EIGE. Para la investigadora lituana ese primer contacto es "esencial" para salvar vidas y los mejores resultados se están dando en la capitales europeas que mejor coordinan sus instituciones en las políticas de prevención.