Brexit

Cinco claves de las elecciones del Reino Unido

por María G. Zornoza

Protesta frente a Westminster
Protesta frente a Westminster
Fuente: Wikimedia

La abrumadora victoria conservadora anticipa la salida del Reino Unido el 31 de enero de 2020. La otra triunfante de los comicios, Nicola Sturgeon, utilizará las urnas como un mandato hacia un nuevo referénfum de Escocia. Los laboristas encajan la peor derrota en décadas, pero Corbyn no entona el 'mea culpa'. La UE respira aliviada, pero se prepara para las negociaciones de la relación futura, que se prevén difíciles. Son algunas de las claves que dejan las elecciones británicas.

Arrasan los tories

Era la gran incógnita: ¿Conseguiría Boris Johnson la mayoría absoluta? El primer recuento a pie de urna dejaba poca duda. Pocas horas después, con los resultados definitivos en la mesa, se confirmaba la abrumadora victoria tory: el Partido Conservador aglutinaba en las elecciones anticipadas del jueves un total de 364 diputados. La línea para esta mayoría en la Cámara de los Comunes se sitúa en 326, un umbral que no consiguió sobrepasar su antecesora Theresa May en los comicios de 2017. Es la mayor victoria conservadora desde 1987, cuando Margaret Thatcher consiguió 376 escaños.

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Elaboración: Cristina Pita da Veiga

Elaboración: Cristina Pita da Veiga

Los votos de bastiones históricamente laboristas en el norte y centro del país, la debacle de los de Jermey Corbyn y una campaña presentándose como única alternativa para poner fin a tres años y medio de caos político en torno al Brexit fueron claves para estos resultados.

Referéndum de Escocia, a las puertas

Las elecciones “no pueden dejar más claro que Escocia no quiere un Gobierno con Boris Johnson, no quiere dejar la UE y desea decidir su propio futuro”, señalaba Nicola Sturgeon, primera ministra escocesa, después de que el Partido Nacional Escocés se hiciese con 48 de los 59 escaños parlamentarios en disputa en detrimento del resto de fuerzas políticas. Sturgeon fue, junto a Johnson, la ganadora del jueves.

Su campaña tuvo una línea clara: prometer un referéndum sobre la independencia de Escocia antes de mayo de 2021. Johnson ya ha rechazado esta posibilidad en varias ocasiones. La ministra principal alega que Londres y Edimburgo cabalgan por caminos políticos diferentes. El principal objetivo del líder tory, euroescéptico, es ‘Get Brexit Done’, mientras que el 62% de los escoceses se decantaron por la permanencia en el referéndum de 2016. Sturgeon anunció que esta semana su Gobierno semiautónomo en Edimburgo presentará la hoja de ruta hacia el plebiscito.

Escocia ya celebró una consulta de este tipo en septiembre de 2014, cuando el ‘no’ a la independencia del Reino Unido tras 300 años se impuso con el 55,3% de los votos. La negativa se llevó por delante a Alex Salmond, líder nacionalista de Escocia, y alivió unas aguas que dos años después se agitarían con fuerza en Bruselas y en Londres con la victoria del Brexit

Batacazo laborista

El Partido Laborista ha perdido dos millones y medio de votos en comparación con las elecciones de 2017. Encaja su mayor derrota desde 1935. Y ha perdido bastiones tradicionalmente de izquierdas y de clase obrera en el norte de Inglaterra.

Jeremy Corbyn ha pagado en las urnas su tradicional ambigüedad. Hizo campaña sin una línea clara sobre el Brexit, en uno de los momentos más trascendentales de la historia reciente del Reino Unido. La mayoría de sus bases apostaba por un segundo referéndum y por la permanencia en la UE, algo sobre lo que nunca se atrevió a ir tan lejos.

A pesar de ello, Corbyn afirmó en un artículo de opinión publicado el domingo en The Guardian que había ganado el discurso. En una carta aborta a The Mirror reconoció su responsabilidad, aunque dijo sentirse orgulloso de su campaña. Ante las críticas de varios diputados, señaló que no se presentará a la reelección, pero seguirá de momento con las riendas del partido de centro-izquierda.

Get Brexit Done

"Ejecutar el Brexit es ahora un mandato irrefutable e innegable de los británicos. Estos resultados acaban con las miserables amenazas de un segundo referéndum”, señaló Johnson tras el recuento final. Boris Johnson tiene ya un mandato para cumplir su principal promesa de campaña y llevar a cabo la salida del Reino Unido del bloque comunitario el próximo 31 de enero.

Las sombras de polémicas misóginas o xenófobas, la presión de los medios de comunicación o su aparente inhabilidad en algunos temas no ha impedido que el exalcalde de Londres rubricase este triunfo. Al contrario que su principal oponente, Jeremy Corbyn, él sí ha defendido una estrategia clara sobre el Brexit: llevarlo a cabo. Prometió a los británicos el Brexit como regalo de Navidad.

El primer ministro llegó a la campaña con los vientos a favor: había arrancado a la UE cambios en el Acuerdo de Salida pactado por May y tenía una hoja de ruta: consumar el Brexit y poner los pilares de la relación futura. “Muchos remainers han votado a Boris Johnson porque están hartos de la incertidumbre", analizaba Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo, a su llegada al Consejo Europeo de invierno. La UE acogió los resultados en el otro lado del canal de La Mancha con alivio: tres años y medio, tres prórrogas e innumerables dolores de cabeza después, se vislumbra el adiós de Londres.

Tiempo de pensar en la relación futura

Pero al contrario de lo que pueda parecer, la salida del Reino Unido no es el final de la tragicomedia del Brexit. Más bien es el inicio de un capítulo que puede ser más duradero. Tan pronto como el submarino amarillo deje de ser un Estado miembro de pleno derecho, tendrá que negociar los términos de su relación futura con el bloque comunitario. Londres y Bruselas se han dado para ello once meses, en torno a un periodo transitorio (prorrogable) que concluye el 31 de diciembre de 2020. Los tiempos son muy ajustados. “El calendario es muy desafiante, va a ser muy exigente”, reconocía Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, en la cumbre europea. “Quizás hace falta más tiempo”, advertía el presidente francés Emamnuel Macron.

Michel Barnier, jefe negociador del Brexit por parte comunitaria, siempre ha repetido que este periodo será más complejo. Con cierta seguridad lo será para la UE, que ha tenido en la unidad mostrada ante el Brexit su buque insignia. Sin embargo, en las negociaciones del acuerdo comercial futuro con Londres, pueden abrirse grietas entre las capitales europeas, que lucharán por sus intereses nacionales.