Las protestas y la represión que está viviendo Bielorrusia han obligado a los líderes europeos a volver de su receso estival de la mano de una cumbre extraordinaria. Charles Michel, presidente del Consejo, busca actuar con celeridad ante una situación que “evoluciona rápidamente”, apuntan fuentes europeas. El objetivo es evitar que Rusia ralentice la transición bielorrusa. Para ello Michel, Macron y Merkel han mantenido esta tarde contactos con Putin.
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