Tres años después de su asesinato, la investigación en torno a la muerte de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia arroja luz. La policía cree que la comunicadora fue asesinada para evitar que publicase sus revelaciones sobre corruptelas entre el Gobierno de Joseph Muscat y la central eléctrica Electrogas, propiedad de Yorgen Fenech, el principal acusado de poner una bomba en el coche de la comunicadora.