La Unión Europea (UE) se enfrenta a un problema cada vez más apremiante, ya que los productos falsificados siguen costando a las industrias de la confección, los cosméticos y los juguetes la asombrosa cifra de 16 000 millones de euros en ventas y casi 200 000 puestos de trabajo cada año. Esto se destacó en un estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) que revela el profundo impacto económico de los productos falsificados en estos sectores y los graves problemas de salud y seguridad que plantean para los consumidores.