Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, y Mario Monti, primer ministro italiano, solo aprobarán el pacto europeo del crecimiento, valorado en 120.000 millones de euros, si se da una respuesta contundente a la crisis de deuda. El Consejo Europeo ha debatido esta madrugada la cuestión.
Jarro de agua fría para España. El Eurogrupo ha confirmado que el rescate de los bancos del país se hará con la intermediación del Gobierno, que será “plenamente responsable”. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, había insistido hoy mismo en la necesidad de que las entidades puedan ir directamente al fondo de salvamento.
Los ministros de Finanzas de la zona euro mantendrán mañana una conversación telefónica para analizar los rescates solicitados por España y Chipre. Ambos países han pedido ayuda para sus bancos.
Luis de Guindos, ministro español de Economía, ha mandado una carta a Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, donde pide el rescate para el sector bancario español. Tras la solicitud, la Comisión Europea ha anunciado que sus inspectores llegarán pronto a Madrid para negociar las condiciones de la ayuda. Chipre se ha sumado al club y ha pedido hoy a la UE ayuda financiera para su sector bancario.
Madrid esperará hasta el lunes, fecha tope fijada por el Eurogrupo, para pedir el rescate bancario, según ha confirmado hoy Luis de Guindos, ministro de Economía. En Roma, los líderes de España, Francia, Alemania e Italia han consensuado un plan de estímulo económico de 130.000 millones de euros.
Parte de los problemas económicos que diezman la UE tienen que ver con el “egoísmo” de los Gobiernos. Es la opinión de Carmelo Cedrone, miembro del grupo de los trabajadores del Comité Económico y Social Europeo (CESE). En esta entrevista con Aquí Europa, carga con fuerza contra la “falta de visión” alemana.
Las entidades financieras españolas precisarán un mínimo de 16.000 millones de euros y un máximo de 62.000 millones para cubrir sus necesidades de capital. La última cifra solo sería necesaria en el peor de los casos, si se materializase un escenario económico muy estresado. Este es el resultado de los análisis de las dos auditoras externas contratadas por el Gobierno.
“Que yo sepa, no hay negociaciones sobre esta cuestión”. Así ha respondido Amadeu Altafaj, portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, al ser preguntado por los rumores sobre un plan para que el fondo de la Eurozona compre deuda española e italiana. Lo han desvelado dos medios británicos.
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, ha vuelto a la carga en su lucha por que los bancos puedan acudir directamente al fondo de rescate de la Eurozona para recapitalizarse. A corto plazo esta vía es imposible, según ha reiterado hoy Amadeu Altafaj, portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios.
José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, defenderá que el rescate bancario español, que será financiado por la Eurozona, desvincule al máximo la deuda estatal de las entidades. Su mensaje llega tras una jornada de presión récord de los inversores sobre el país ibérico.
Los griegos ya han empezado a votar en unos comicios históricos para el país, para el euro e incluso para la economía mundial. Si de ellos sale un Gobierno contrario a aplicar las medidas de austeridad exigidas por la troika a cambio del rescate, la república helena podría dejar de recibir ayuda financiera y verse abocada a volver al dracma.
La Cumbre del G20, que arranca mañana en el balneario mexicano de Los Cabos, tendrá todas las miradas puestas en el resultado de las elecciones griegas y su impacto en la Eurozona. Antes de la cita, la UE y México celebran hoy un encuentro bilateral al más alto nivel.
La Eurozona puede respirar tranquila. Los conservadores de Nueva Democracia, favorables a aplicar los ajustes demandados por la UE y el FMI a cambio del rescate, han ganado las elecciones griegas. El Eurogrupo ha pedido que se forme rápidamente un Gobierno. Cuando esté listo, los inspectores de la troika volverán a Atenas.
España debe actuar “ahora” para recuperar la credibilidad de los mercados, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). De este modo, le ha urgido a tomar medidas de ajuste como subir el IVA y bajar los salarios de los funcionarios. Alerta de que el rescate bancario puede ser solo un parche temporal.
La agencia de rating Moody’s degradó anoche en tres escalones la nota de España, dejándola a un paso del bono basura. La reacción de los mercados no se ha hecho esperar: la rentabilidad del bono a diez años ha alcanzado el 7%, su máximo de la era del euro. Bruselas lo liga a las tensiones a Grecia.
A cambio del rescate europeo del sector financiero español, habrá que dejar caer entidades inviables de importancia menor para el sistema, según fuentes citadas por la agencia Europa Press. Por otra parte, el Gobierno ha pedido al Banco Central Europeo (BCE) que intervenga para frenar la presión de los mercados.
En su segundo día de examen en los mercados tras el anuncio del rescate bancario, el interés del bono español a diez años ha alcanzado el 6,8%, el máximo de la era del euro. La agencia de calificación crediticia Fitch ha bajado la nota a 18 entidades del país.
Poco ha durado la alegría del rescate para los bancos españoles anunciado el sábado. Tras una recepción favorable al principio de la sesión bursátil, la prima de riesgo de la deuda ha encaminado un ascenso que la ha dejado en los 520 puntos básicos en el cierre. El Ibex 35 ha acabado con una caída del 0,54%. En lo referente a Grecia, la UE estudia la opción de que haya un corralito, según Reuters.
La línea de crédito que el Eurogrupo ofreció ayer a España para que sanee sus bancos no tendrá impacto en el déficit y por tanto no habrá nuevos ajustes. Así lo ha asegurado hoy Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, que ha dicho que fue él quien presionó para recibir la ayuda.
Al final, la realidad se ha impuesto con todo su peso –el del enorme agujero del sector financiero español– y el Gobierno de Mariano Rajoy ha anunciado al Eurogupo que pedirá un rescate para los bancos. Los Diecisiete le han ofrecido una línea de crédito de 100.000 millones de euros, que vendrá acompañada de estrictas condiciones para las entidades.
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