Este viernes empieza la primera cumbre europea presencial desde el inicio de la pandemia. En ella los líderes europeos están llamados a acordar un plan de recuperación y un presupuesto a largo plazo que posteriormente deberán ser aprobados por la Eurocámara. Hablamos con los representantes españoles en el Parlamento Europeo para que nos den su visión sobre el acuerdo, las expectativas que puede tener España o el papel de Sánchez en la negociación.

Este viernes y sábado los líderes europeos se reunirán en Bruselas para empezar a atar los cabos sueltos del plan de recuperación y el presupuesto de la UE para 2021-2027. El Parlamento Europeo será quien tendrá que dar el visto bueno a cualquier acuerdo que se alcance en el Consejo Europeo. Pese a la dificultad de la negociación, los eurodiputados españoles defienden la necesidad de un pacto ambicioso para España pero también para la UE.

“Buen resultado para Europa lo es para España y viceversa”, apunta el socialdemócrata Javier Moreno. Una premisa que comparte la representante de la Izquierda Unitaria Sira Rego, que cree que “Europa tiene una oportunidad de oro para salir de esta crisis de una forma radicalmente distinta a 2008”.

Por su parte, Dolors Montserrat, líder de la delegación española de los populares en la Eurocámara, pide a Sánchez que “se arremangue y que dialogue”. La eurodiputada quiere que el acuerdo se apruebe este mismo fin de semana, ya que “los ciudadanos europeos lo necesitan” y “apremian estas ayudas”. Pero Luis Garicano, de Renovar Europa, no se muestra tan optimista. Para él, al debate aún le queda “recorrido” y apunta a que es posible que la negociación se extienda durante más días. El líder de Ciudadanos en la cámara cree que un buen resultado para España sería “la propuesta de la Comisión Europea”. La hoja de ruta de Úrsula von der Leyen contempla para el fondo anti-crisis, bautizado como 'Próxima Generación UE', 750.000 millones de euros: 500.000 millones en subvenciones y 250.000 millones en créditos.

Para Jorge Buxadé, representante de los Conservadores y Reformistas Europeos y líder de la delegación de Vox en la Eurocámara, la línea roja que no se debe cruzar es la reducción de la Política Agraria Común (PAC). “Los ganaderos españoles no pueden ser moneda de cambio en el fondo de reconstrucción”, ha asegurado. 

Las reformas ligadas a las ayudas para la recuperación serán uno de los grandes campos de batalla de la negociación y está siendo especialmente visible entre España y Países Bajos. Mark Rutte, primer ministro neerlandés, es el único líder, según fuentes europeas, que tiene un gran problema con la gobernanza de las reformas. La Haya quiere unanimidad en el Consejo sobre los planes nacionales para podar optar al veto, una línea que refutan los países del sur y los Estados más afectados por la pandemia.

En este sentido, Moreno cree que los fondos del plan no deben estar sujetos a "condicionalidad macroeconómica disfrazada", ya que eso sería una vuelta a las "fórmulas de austeridad". Garicano, miembro de la familia europea de Rutte, recuerda que su partido "no concibe Europa como un cajero automático" del que sacar dinero "a voluntad" y "sin dar cuentas a nadie". Para el país de los tulipanes es importante que si la UE se endeuda para financiar el fondo, exista un mecanismo claro de control. Opinión que no comparten en la Izquierda Unitaria. "El austericidio que propone Rutte es la ruina de muchos países de la UE", señala Rego.

El papel del Sánchez en la negociación

El presidente del Gobierno inició a principios de esta semana una ronda de contactos con diferentes líderes europeos. El primer ministro holandés Mark Rutte, la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro sueco Stefan Lofven y el presidente francés Emmanuel Macron le han recibido en sus países para acercar posiciones de cara a la negociación. Unos movimientos que Moreno, del mismo partido que Sánchez, asegura que demuestran “un papel de liderazgo e implicación total en la búsqueda de una solución europea” a la crisis de la Covid-19.

Moreno apunta que Sánchez “lleva el europeísmo en su ADN, y siempre ha tenido una actitud proactiva”. Algo con lo que está de acuerdo Rego, que destaca la “iniciativa” de Sánchez. La eurodiputada recuerda que el presidente ha puesto “numerosas propuestas encima de la mesa” que la “mayor parte de los Estados” ven “con buenos ojos”.

No solo desde los partidos de Gobierno ven con buenos ojos esta mini-gira. Garicano valora positivamente el papel de Sánchez y destaca que “está dejando de hacer demagogia sobre la condicionalidad”. Según el representante de Renovar Europa, el presidente “ha tomado nota de cómo funcionan las cosas en la UE”. Pero le pide que explique “qué planes tiene para la recuperación, para las reformas y, por qué no, para España”.

En el otro lado, para el Partido Popular Sánchez llega “sin un plan ambicioso y con la derogación de la reforma laboral”. Montserrat asegura que el socialista está en un gobierno “débil” porque su carta de presentación “no ha sido un plan de ayudas”. Aun así le pide que regrese a España con “las ayudas necesarias” como hicieron los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy. Más crítico es también Buxadé, que afirma que Sánchez llega a la negociación “con las manos atadas” por sus acuerdos con “la extrema izquierda de Podemos y los separatistas”.