Las autoridades bielorrusas han exigido la marcha de los representantes de Lituania y Polonia en su país. Un paso que el bloque comunitario lee como un intento de Minsk por dividirlo. La llamada llega poco después de la aprobación de sanciones europeas contra 40 cargos que han participado en el fraude electoral y la posterior represión en la ex república soviética. Para Borrell estos intentos son "infundados" y "lamentables".