Las Escuelas de Negocios son centros de estudio que tienen como misión ampliar los conocimientos empresariales.
Independientemente de la trayectoria profesional, formarse en una Business School supone vivir una experiencia de aprendizaje innovadora orientada a desarrollar el potencial del estudiante para que sea capaz de adoptar nuevas prácticas de trabajo y nuevas formas de pensar.
A diferencia de una institución educativa convencional, una Escuela de Negocios en Europa cubre todo el universo del ámbito de la organización, administración y dirección de empresas desde un enfoque global y dinámico en la actualización del conocimiento. El énfasis de las enseñanzas se concentra en el desarrollo de habilidades muy demandadas por las empresas como son la gestión de personas, el análisis comercial, la solución de problemas, el pensamiento crítico y la comunicación corporativa e interpersonal.
Los datos de diversas encuestas realizadas a exalumnos y estudiantes actuales de las Business School de mayor prestigio, respaldan la idea de que realizar una formación en una Escuela de Negocios aumenta la confianza como profesional y la responsabilidad en el trabajo. Por otro lado, los reclutadores prestan una mayor atención a los candidatos que hayan obtenido una cualificación en una escuela especializada en dirección y gestión de empresas.
Obviamente, estudiar en una Escuela de Negocios el emblemático MBA (Master of Business Administration) o cualquier otro título relacionado con el mundo de los negocios, supone desarrollar habilidades y avanzar en la carrera profesional. Sin embargo, para algunas personas puede resultar intimidante el rigor académico, la intensidad del aprendizaje, el tiempo de dedicación sin restar importancia al coste económico de algunos programas.
Ante las dudas que pueden surgir sobre si estudiar en una escuela de negocios un MBA otro título, a continuación se exponen motivos convincentes que responden a la cuestión ¿por qué debería estudiar en una Escuela de Negocios en Europa?
Fusión entre teoría y práctica
Las Escuelas de Negocios no se centran únicamente en la transmisión de conocimientos teóricos. Además de enseñar conceptos y fundamentos de las distintas disciplinas, apuestan por un método de enseñanza basado en el learning by doing o aprender haciendo. Este factor es una de las claves del éxito de las Escuelas de Negocios europeas. Mediante experiencias prácticas, los estudiantes asimilan los contenidos y se entrenan en el uso de herramientas, con la finalidad de dotarlos de un aprendizaje efectivo y de competencias directivas claves.
Junto a este factor diferencial de aprender haciendo, se suma la excelencia de los profesores. Estos no reúnen un perfil exclusivamente académico, sino que son directivos y empresarios de éxito y con un importante recorrido por el terreno de los negocios. Su misión es trasladar a los alumnos lo que han aprendido a lo largo de su trayectoria, explicando éxitos y fracasos, facilitando conocimientos sobre cómo construir negocios prósperos y qué hacer para que una idea funcione en un contexto competitivo e incierto. Todo ello, tiene lugar en un entorno de aprendizaje dinámico y participativo.
Por lo tanto, una Escuela de Negocios ofrece a las personas que deciden matricularse en alguno de sus programas, experimentar el funcionamiento real del mundo empresarial. Van mucho más allá de la enseñanza basada en teorías y entre sus creencias está que equivocarse es fundamental para evolucionar y crecer. Los errores son una fuente de oportunidades de aprendizaje y mejora continua.
Enfoque en el desarrollo de las soft skills
Otro de los factores diferenciales de las Escuelas de Negocios europeas es su apuesta por el desarrollo de las habilidades blandas o soft skills. Estas habilidades actualmente son muy valoradas en el mercado laboral y en el ámbito de las organizaciones empresariales. Hoy, todo el mundo entiende que un título no es garantía de éxito profesional o de encontrar un trabajo. Por eso, las Escuelas de Negocios más relevantes del panorama educativo se enfocan en habilidades relacionadas con el comportamiento.
Partiendo de la premisa, que el comportamiento y que las personas están directamente relacionadas con el éxito o el fracaso de un negocio, las habilidades blandas juegan un papel esencial. La comunicación interpersonal dentro de las organizaciones, el trabajo en equipo, la gestión del tiempo, la resolución de conflictos, la adaptación al cambio o la negociación, son algunos ejemplos de habilidades blandas o soft skills.
Detectar las fortalezas de las personas y aportar soluciones creativas son aspectos que en las Escuelas de Negocios se trabajan con especial interés bajo el propósito de formar profesionales cada vez más comprometidos, creativos y capaces de lograr objetivos en equipo.
Liderazgo transformador
Además de la utilización de metodologías innovadoras y herramientas tecnológicas de análisis propias del ámbito empresarial, las Escuelas de Negocios se proponen desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles a los desafíos de las organizaciones y de la sociedad. Y en este sentido, el liderazgo transformacional es otro de los factores de éxito de las escuelas europeas respecto a otras instituciones educativas. En Europa las Business School involucran a las personas en su desarrollo integral, de forma colaborativa, con carácter innovador y con responsabilidad social.
Estos valores están claramente reflejados en la misión de las mejores Escuelas de Negocios europeas, por ejemplo, en IESE y ESADE.
Por supuesto, la calidad de la formación y los éxitos profesionales y empresariales conseguidos por los estudiantes, también acreditan su prestigio y experiencia en la formación de perfiles directivos. Pero, entre sus mayores fortalezas destacan la capacidad para generar impacto en promover líderes empresariales, sin olvidar su competencia para producir un conocimiento relevante que contribuya de manera sostenible a la transformación de las organizaciones y de la sociedad.
Diversidad y multiculturalidad
Las Escuelas de Negocios Europeas acogen cada curso académico a miles de personas que provienen de países de todo el mundo. Esta diversidad es otro aditivo que contribuye al crecimiento de los estudiantes al poder recibir nuevas ideas, diversas experiencias y disruptivas perspectivas de la gestión empresarial.
El intenso networking que se genera en una Business School da lugar a que las personas que participan en los masters y otros cursos establezcan relaciones de valor para su desarrollo y ejercicio profesional. Por ejemplo, los hombres y mujeres que participan en un MBA en una Escuelas de Negocios generalmente provienen de diferentes países y sectores (salud, ingeniería, administración pública, servicios, industria, consumo, etc.). Esto permite aprender a través de otras experiencias y adoptar nuevas perspectivas sobre el funcionamiento y el éxito o el fracaso de las empresas.
Escuelas de Negocios en Reino Unido
Escuelas de Negocios en España
Escuelas de Negocio Italia
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