La Comisión Europea ha presentado hoy una nueva propuesta de directiva que permitirá a las compañías europeas llevar a cabo proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo y convertirlos en créditos de emisión, en el marco del nuevo sistema de comercio de emisiones de la UE. El fin último de esta propuesta es contribuir al cumplimiento del Protocolo de Kioto para combatir el cambio climático.
Desde el primer día del año 2005, los Estados miembros tendrán asignados unos derechos de emisiones de gases de efecto invernadero, que podrán intercambiar y comercializar entre ellos. Ésta es la medida principal prevista por la nueva directiva para el régimen de comercio de derechos de contaminación, aprobada hoy en segunda lectura por el pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo. Gracias a este sistema, la UE espera contribuir a frenar el calentamiento del Planeta, como se estableció en el Protocolo de Kioto.
Desde mañana, 27 de junio y hasta el próximo día 30, el Palacio Euskalduna de Bilbao (España) acogerá la XII Conferencia Anual de la Asociación Europea de Economistas del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Este encuentro, que se celebra por primera vez en España, abordará desde la perspectiva económica cuestiones medioambientales como el cambio climático, el Protocolo de Kioto, el control de la contaminación y la gestión de los recursos.
La semana próxima, el pleno del Parlamento Europeo votará en segunda lectura la directiva sobre el régimen piloto para el comercio de derechos de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Las enmiendas de la comisión parlamentaria de Medio Ambiente prevén la inclusión de otros tipos de gases, además del dióxido de carbono, en el nuevo sistema, así como la extensión de los límites de la norma a otros sectores industriales, para que su efectividad se vea reforzada.
La Comisión Europea, representada por la responsable de Transporte y Energía, Loyola de Palacio, ha firmado hoy en Washington una carta internacional sobre la recogida y el almacenamiento del CO2. El pacto alcanzado supone la creación de un foro llamado "Secuestro del carbón", cuyo objetivo consiste en estimular la investigación relativa a las tecnologías que permiten limpiar las fuentes de energía fósil como el carbón del CO2 que emiten en su combustión, para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.
La organización ecologista WWF ha hecho un llamamiento a la Unión Europea para que sus Estados miembros reduzcan en un 1% su consumo anual de energía. Con esta medida, espera disminuir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir así al cumplimiento de los objetivos fijados por el Protocolo de Kioto. Por otra parte, WWF alerta de que el desarrollo sostenible del sector energético no sólo depende de un menor consumo, sino que requiere también una mayor eficiencia energética y una mejor conservación de la energía.
La propuesta de directiva para el establecimiento de un sistema de intercambio de cuotas de emisión de gases de efecto invernadero en la UE pasará su segunda lectura en el Parlamento Europeo, en la sesión de julio en Estrasburgo. Mientras que el Pleno abogó en primera lectura por un sistema férreo y obligatorio, que controle la emisión de todos estos gases, y no sólo del CO2, el Consejo rechazó gran parte de las enmiendas de la Eurocámara, pronunciándose a favor de un mecanismo más flexible. Ambas instituciones esperan poder llegar a un acuerdo al respecto lo antes posible, sin tener que recurrir a la conciliación.
Las emisiones de CO2 producidas por el sector europeo de la energía fósil podrían reducirse a la mitad si se utilizasen pilas de combustible para suministrar electricidad y calor. Ésta es la conclusión de un informe presentado hoy por la organización ecologista WWF y el Centro Europeo de Pilas de Combustible (FCEu).
El calentamiento del planeta, el Protocolo de Kioto y las medidas internacionales para combatir el cambio climático han protagonizado la jornada de esta mañana de la Semana Verde 2003, que se celebra en Bruselas desde el lunes. En representación de la Comisión Europea, Liisa Koskimaki, de la DG de Transporte y Energía, ha hecho balance ante los asistentes del Programa Europeo sobre Cambio Climático. A continuación, expertos europeos y estadounidenses han expuesto las prácticas emprendidas en sus países para combatir este efecto.
La Comisión Europea ha pedido a seis Estados miembros, entre ellos España, que tomen medidas referentes a la calidad del aire, el cambio climático y la protección de la capa de ozono. Dichas peticiones han adoptado la forma de cartas de emplazamiento de conformidad con el artículo 226 del Tratado. Austria, Grecia y Luxemburgo no han respetado la fecha de junio de 202 en la que deberían haber informado sobre el contenido en azufre de los hidrocarburos consumidos en 2001. Por su parte, España, Grecia, Italia y Portugal no han informado sobre la emisión y captación de dióxido de carbono (CO2) en 2001 y 2003, sobre las que se debía informar para el 31 de diciembre de 2002.
La Comisión Europea ha adoptado hoy una estrategia destinada a ayudar a los países en desarrollo a responder a los desafíos del cambio climático. En su comunicación "Los cambios climáticos en el contexto de la cooperación al desarrollo", el Ejecutivo comunitario propone un plan de acción para integrar las preocupaciones suscitadas por la evolución climática en las actividades de cooperación al desarrollo de la Unión Europea.
La organización ecologista WWF/Adena ha denunciado hoy que la directiva actualmente en discusión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podría, paradójicamente, acabar incrementándolas. La ONG se refiere concretamente a la directiva sobre cogeneración, cuyo objetivo es ahorrar energía y luchar contra el cambio climático, de manera que la Unión Europea pueda cumplir los objetivos marcados por el Protocolo de Kyoto.
La comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström, viaja hoy a Moscú, acompañada de los ministros de Medio Ambiente de Grecia e Italia, Vasso Papandreu y Altero Matteoli respectivamente, para animar a Rusia a completar la ratificación del Protocolo de Kyoto y debatir un refuerzo de la cooperación en la lucha contra el cambio climático. La ratificación rusa es necesaria para permitir que el Protocolo entre en vigor, por lo que esta visita de la Troika comunitaria a Moscú es la última iniciativa en los esfuerzos de la UE para asegurar su puesta en marcha definitiva, de manera que la acción multilateral contra el calentamiento global sea eficaz.
Las cuatro ONG ecologistas que conforman el Climate Action Network (CAN) han criticado duramente la iniciativa de la Comisión Europea para modificar su directiva de comercio de emisiones de manera que incluya los mecanismos de proyecto de Kyoto.
La Comisión presentará mañana en la ciudad alemana de Bremerhaven los resultados de tres estudios sobre cambio climático realizados por científicos europeos en los Polos Norte y Sur a bordo del buque Polastern. Los proyectos EPICA, AICSEX y POP han analizado el hielo polar, los sedimentos del océano y la cubierta de hielo del Ártico y del Antártico para sacar conclusiones sobre el proceso conocido como "cambio climático".
La agricultura europea totalizó en 2000 más de cuatro millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que supuso el 10% de las emisiones de gases con efecto invernadero de la Unión Europea. Esto supone que las emisiones se redujeron durante el período 1990-2000 un 3,5%, aunque con un leve incremento del 0,3% en 1999. Cabe destacar, sin embargo, el incremento de España que aumentó en la agricultura, entre 1990 y 2000, un 17% sus emisiones de gas con efecto invernadero.
Una conferencia, organizada por la DG Medio Ambiente de la Comisión Europea, debate entre hoy y mañana (10 y 11 de febrero) en Bruselas las opciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo las procedentes de sistemas de aire acondicionado de los coches. La Comisión está preparando un marco regulador para abordar este problema.
La Comisión Europea ha propuesto hoy reforzar el sistema actual de la UE para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo no es otro que ayudar a la Unión y a sus Estados miembros a cumplir con sus obligaciones en virtud del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático. Además, contribuirá a mejorar la transparencia de los datos sobre gases y las políticas contra el cambio climático en la UE. El nuevo sistema introducirá también una mayor armonización de las previsiones de emisiones y reforzará las normas comunitarias sobre el control de éstas y del comercio de derechos de emisión.
La Comisión Europea ha abierto procedimientos de infracción contra seis Estados miembros (Grecia, Irlanda, Austria, Bélgica, Finlandia y Alemania) por no transponer a su legislación nacional o aplicar incorrectamente las directrices de la legislación comunitaria sobre emisiones atmosféricas. La decisión de Bruselas pretende contribuir a mejorar la calidad del aire, proteger la capa de ozono y luchar contra el cambio climático, obligando a los Estados miembros a aplicar estrictamente la normativa europea.
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