El crecimiento económico es probable que disminuya en la mayor parte de los nuevos Estados miembros en 2007 al reducirse la velocidad de incremento en la zona euro y al establecerse los márgenes del rendimiento cerca de su potencial, según ha concluido el último informe económico sobre esta región del Banco Mundial.
Unas 2.400 personas provenientes de 90 países participarán en el encuentro anual del Foro Económico Mundial (FEM) que tendrá lugar entre el 24 y el 28 de enero en la ciudad suiza de Davos. Los temas principales que tratarán en las más de 220 conferencias y debates serán los cambios en la esfera geopolítica, los problemas de la degradación medioambiental y los pronósticos sobre la economía global en 2007.
Las dimensiones de la economía de negocio en Bulgaria en 2004 suponían el 1,5% del total de empleo de la UE, el 1,3% de las empresas y sólo el 0,3% del volumen de ventas. La tendencia era similar en Rumania con un 3,4% (personas empleadas), un 2,1% (el número de empresas) y un 0,6% (volumen de ventas), según un informe de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).
Un estudio de la Asociación Universidad Europea (EUA) destaca que 4 ciudades, entre ellas la de Barcelona, contienen todos los elementos necesarios para el progreso y el desarrollo de las "economías del conocimiento" regionales, como son un espíritu emprendedor y el intercambio de tecnología viable entre las universidades y la industria.
El crecimiento económico sostenido en la zona euro se ha confirmado según un estudio económico para el 2007 divulgado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Sin embargo, el informe señala que es el momento de tener "una cierta prudencia" y aprovechar el momento de bondad económica para otorgarle un carácter más permanente y subsanar las deficiencias estructurales, enderezar las políticas presupuestarias y rembolsar la deuda, una responsabilidad que vincula a los Estados miembros.
El Pleno reunido en Estrasburgo (Francia) ha ratificado un informe -con 444 votos a favor, 71 en contra y 85 abstenciones- sobre los desafíos de la política económica en los doce países de la zona euro. En él se aboga por una mayor transparencia en los procesos de toma de decisiones del Banco Central Europeo y se recuerda la importancia de la aplicación de la Estrategia de Lisboa. Además, el informe señala que las disparidades de crecimiento y de inflación en la Eurozona se deben cada vez más a razones estructurales y dañan la competitividad.
La Comisión Europea ha publicado hoy un informe en el que indica que Eslovenia está preparada para pasar a formar parte del euro el próximo 1 de enero de 2007, aunque lo estaría aún más si lograse convencer a sus ciudadanos de que los precios se mantendrán estables durante la transición. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el Ejecutivo comunitario en el cuarto análisis que ha realizado sobre la cuestión hasta ahora. El texto también recoge conclusiones sobre Chipre y Malta, que aspiran a adoptar la moneda única en 2008.
Los ministros de Economía de la zona euro han apostado por aprovechar el buen ritmo económico para proseguir con las reformas estructurales, después de haber analizado las nuevas previsiones económicas que ayer presentó la Comisión Europea. Los datos de Bruselas revisan al alza el crecimiento y lo sitúan en el 2,6% este año y en el 2,1% en 2007. El titular español, Pedro Solbes, ha considerado que los españoles tienen "margen de maniobra" para hacer frente al pago de su vivienda y ha destacado que su esfuerzo financiero es menor que hace unos años.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, auguró hoy que los tipos de interés seguirán subiendo en la zona euro en respuesta a las presiones inflacionistas si continúa la recuperación económica de la zona euro en línea con las previsiones que mantiene la entidad que dirige. Por ello, el BCE continuará evaluando de cerca la situación económica porque, según auguró durante su intervención ante el pleno del Parlamento Europeo, "si se confirman nuestras previsiones y el escenario base, es seguro que se producirán nuevas medidas dirigidas a reducir la acomodación monetaria", señaló.
La recuperación de la economía de la zona euro tiene "bases sólidas" y el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) podría ser a corto plazo más fuerte del previsto gracias a la recuperada demanda interna, a la caída de los precios del petróleo y a la tasa de desempleo. Ésta es la nueva fotografía que, a corto plazo, ofrece el informe trimestral de la zona euro presentado este mediodía por la Comisión Europea. No obstante, a más largo plazo, el Ejecutivo comunitario reconoce que los riesgos aumentarán, en parte, debido a las turbulencias registradas en los mercados bursátiles en el mes de mayo y junio.
La Comisión Europea ha lanzado una convocatoria de propuestas para hacer encuestas sobre las economías en los Estados miembros y países candidatos dentro del Programa común armonizado de encuestas de conyuntura aprobado en el 2000. Cuenta para ello con un presupuesto de 450.000 euros que repartirá entre no más de 20 beneficiarios.
La Eurozona no está consiguiendo el crecimiento económico esperado debido a que algunos Estados miembros desarrollan muy lentamente las reformas estructurales necesarias para sanear sus economías, se está avanzando muy despacio en la consolidación del mercado único y la zona euro carece de una voz coherente en el plano internacional, a pesar de que representa una quinta parte del mercado y un 25% de las reservas mundiales. Estas han sido las conclusiones fundamentales de la Evaluación Anual de la Zona Euro que ha presentado hoy la Comisión Europea.
La economía de la Eurozona crece a buen ritmo, como lo hiciera a principios de la década, contrarrestando los efectos provocados por la subida del precio del petróleo, los desajustes bursátiles y la apreciación de la moneda única. Ésta es la principal conclusión del informe trimestral que analiza la situación en los doce Estados miembros que incorporaron el euro, publicado hoy por la Comisión Europea. Éste observa asimismo que, a pesar de darse progresos en 2005, las perspectivas de saneamiento presupuestario de estos países para 2006 son limitadas. La receta del Ejecutivo para mejorar el estado de las cuentas y el crecimiento económico y el empleo incluye prestar especial atención al desarrollo de los servicios.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, ha asegurado -en su última reunión trimestral con la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo- que empeñarse en valorar la estabilidad económica es la mejor manera en la que el BCE puede impulsar el crecimiento económico y el empleo. Asimismo, ha apoyado la idea de "identificar y hacer sentir avergonzados" a aquellos Estados miembros que no lleven a cabo las reformas económicas necesarias dentro del marco de la estrategia de Lisboa, que quiere convertir a la UE en la economía más competitiva del mundo en 2010.
El director del departamento de Economía y Políticas Públicas de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), Jaime García-Legaz, ha publicado un artículo sobre la situación económica española. Para el economista, detrás del aparente "despegue" de sus cuentas se esconde un gran riesgo de duro "aterrizaje" que empieza a intuirse con descensos de la competitividad, y el suave incremento del PIB.
La UE alcanzó en 2005 un nivel medio de deuda pública del 63,4% sobre el Producto Interior Bruto (PIB), un punto porcentual más que en 2004. La cifra se sitúa a cierta distancia del valor de referencia del 60% establecido en el Tratado de Maastricht para los países de la Eurozona. Según datos publicados hoy por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), ocho de éstos lo incumplieron el año pasado: Grecia, Italia, Bélgica, Alemania, Austria, Francia y Malta y Chipre (que no pertenecen). En el conjunto de estos países el promedio se situó en el 70,8%. En España en el 43,2%, tras reducciones constantes en los últimos años (46,4% en 2004, 61,1% en 2000 y 63,9% en 1995). Para la mayoría de países, el grueso de la deuda se debió sobre todo a gastos de administración: 80% del total.
La UE acumula cada año cerca de mil millones de facturas impagadas, unos 250.000 millones de euros -lo que equivale al Producto Interior Bruto de países del tamaño de Austria-. Esta tendencia, cada vez mayor, entorpece el crecimiento económico europeo, ya que paraliza dinero que podría ser empleado para generar empleo y realizar inversiones. Los Estados miembros que más se retrasan en la satisfacción de las deudas son Portugal, República Checa y Grecia, mientras que Finlandia y Suecia son los más rápidos. España, por su parte, aunque no llega al extremo de Lisboa, supera notablemente la media de retraso europea, lo que la sitúa en los últimos puestos de la lista de pagos. Así lo han indicado la Cámara de Comercio británica y la compañía de servicios de gestión de créditos Intrum Justitia, en la presentación de su informe 2006 sobre pagos en la UE, que tuvo lugar hoy en la capital belga.
El Parlamento Europeo ha aprobado un informe en el que expresa su decepción ante la reciente evolución de las finanzas públicas europeas. Entre las cuestiones objeto de crítica por parte de los eurodiputados se encuentran los elevados déficits públicos, la pobre mejoría de la situación fiscal y el desequilibrio presupuestario. Esta acción responde a la preocupación por el bajo crecimiento económico de Europa desde 2002, que sólo ha sufrido una aceleración gradual en la zona euro, en contraste con los niveles registrados por Estados Unidos y Japón. Asimismo, por el aumento del desempleo.
La Comisión Europea ha abierto un periodo de consultas a la industria, los consumidores y otras partes implicadas sobre la evaluación de la directiva de liquidación, para identificar las áreas en las que podría ser revisada. La fecha tope para recibir los comentarios será el 30 de junio.
La UE alcanzó en 2005 un nivel medio de deuda pública del 63,4% sobre el Producto Interior Bruto (PIB), un punto porcentual más que en 2004. La cifra se sitúa a cierta distancia del valor de referencia del 60% establecido en el Tratado de Maastricht para los países de la Eurozona. Según datos publicados hoy por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), ocho de éstos lo incumplieron el año pasado: Grecia, Italia, Bélgica, Alemania, Austria, Francia y Malta y Chipre (que no pertenecen). En el conjunto de estos países el promedio se situó en el 70,8%. En España en el 43,2%, tras reducciones constantes en los últimos años (46,4% en 2004, 61,1% en 2000 y 63,9% en 1995). Para la mayoría de países, el grueso de la deuda se debió sobre todo a gastos de administración: 80% del total.
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