El Parlamento condenó este jueves el ataque iraní sobre Israel con drones y misiles, y reclaman nuevas sanciones contra Irán. Además, La UE debe añadir al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica a su lista de organizaciones terroristas.
Las instituciones europeas y el Gobierno español han condenado el ataque de Irán sobre Israel, y han instado a todas las partes a actuar con moderación y evitar una mayor escalada en la región.
El Parlamento Europeo ha condenado el envenenamiento de niñas en escuelas de Irán y ha pedido a la UE y la ONU que actúe para combatir la represión de las mujeres en el país. Ahora a ONU debe efectuar una investigación independiente sobre los ataques tóxicos en escuelas y ha pedido más apoyo a la sociedad civil iraní y facilitar el acceso a visados y asilo a los que huyen.
Los eurodiputados instan a que todos los responsables de violaciones de los derechos humanos se enfrenten a las sanciones de la UE y que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica esté en la lista de terroristas de la UE. Para que esto ocurra, las autoridades iraníes deben poner fin a la represión contra sus propios ciudadanos.
El 5 de septiembre marcaba el tercer ultimátum de Irán a la UE. La República Islámica considera que el bloque comunitario no está haciendo lo suficiente para proteger la venta de crudo, principal fuente de ingresos del país. Con una economía en caída libre, Teherán ha anunciado que a partir de este viernes dará un paso más en enriquecimiento de uranio, ante lo que la UE ha mostrado su "gran preocupación".
Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha apadrinado durante tres días la cumbre del G7 en Biarritz. Con las tensiones comerciales latentes y las divisiones sobre el clima, pocos avances esperaba el galo. Por eso tejió una estrategia: la única forma de salvar la cara era apuntándose un tanto diplomático que ha llegado de la mano del anuncio de una posible cumbre entre Irán y Estados Unidos poco después de que ambos bordearan la guerra.
La política exterior de la Unión Europea ha sufrido un cambio en los últimos años. Uno de los principales culpables es Estados Unidos, con un giro cada vez más proteccionista, así como la situación en Venezuela o Irán. La creciente tensión en el golfo Pérsico por el petrolero británico está desembocando en lo que puede ser el conflicto de este verano y ha sacado a la luz la necesidad de Reino Unido de encontrar en la UE no un enemigo, sino un aliado.
La tensión en el golfo Pérsico no hace más que aumentar y España no quiere verse empujada a participar en un posible conflicto entre Irán y Estados Unidos. Por ello ha retirado la fragata española Méndez Núñez del grupo de combate estadounidense que se dirige al estrecho de Ormuz. Margarita Robles ha asegurado en Bruselas que esta medida no dañará las relaciones entre Madrid y Washington.
La UE y la Administración Trump chocan en el concepto del mundo que desean, lo que inevitablemente ha mermado la relación transatlántica. El acuerdo nuclear iraní representa estas visiones antagónicas: diplomacia frente a impulsivos tuits y multilateralismo frente a unilateralismo. Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU, ha visitado este lunes Bruselas de emergencia para debatir sobre Irán, pero a Trump no le llevará un mensaje diferente del que siempre ha mantenido la UE.
El acuerdo nuclear iraní ha medido durante este año la fortaleza diplomática de la UE frente a Estados Unidos. Tras doce meses de reuniones, comunicados e intentos de mantenerlo vivo, Teherán se ha desmarcado de una parte del pacto y ha dado un ultimátum para que la UE cumpla sus compromisos. El bloque comunitario ha rechazado este órdago e insiste en la necesidad de mantener el JCPOA con vida por la seguridad y estabilidad global.
Irán no era uno de los puntos programados en la agenda de los ministros de Asuntos Exteriores, reunidos este lunes en Bruselas. Pero sí ha sido, como viene siendo habitual en estas reuniones, uno de los temas centrales. El bloque comunitario no consigue lanzar el principal instrumento de su plan de choque para mantener vivo el acuerdo nuclear. Teherán se impacienta y entretanto la relación se enfría con algunas capitales europeas pidiendo sanciones por sus comportamientos regionales y los últimos en suelo europeo.
No era una tarea fácil, pero mantener vivo el acuerdo nuclear iraní está siendo más complicado que lo previsto en mayo, cuando Estados Unidos se retiró del pacto. Desde entonces, la UE no ha temblado a la hora de proclamar que defendería su continuidad así como a sus empresas de las sanciones de Washington. Pero traducir las declaraciones de intenciones en instrumentos efectivos que convenzan a las firmas para quedarse en la República Islámica está siendo difícil. Y lo que puede venir después amenaza con alterar el tablero de ajedrez regional y global.
Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU, ha anunciado este lunes la lista de ocho países que no sufrirán (de momento) las sanciones a la importación de crudo y gas iraní. En ella se encuentran dos países europeos: Italia y Grecia. Entretanto, los firmantes del acuerdo nuclear, Alemania, Francia y el Reino Unido, ultiman detalles para blindar a las empresas comunitarias de las medidas restrictivas.
Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, ha anunciado la creación de una entidad legal que facilite las transacciones financieras con Irán. Sorteada la primera tanda de sanciones estadounidenses, las más potentes están por llegar. En noviembre entran en vigor las medidas restrictivas a las exportaciones de crudo iraní y el bloque comunitario busca a contrarreloj salvar sus intereses en el país de los ayatolás y mantener el acuerdo nuclear vivo.
A pesar de que Estados Unidos haya vuelto a las sanciones económicas a Irán tras romper el acuerdo nuclear, la Unión Europea afirmó que apostaría y defendería ese pacto. Ahora, con los primeros 18 millones de euros de un plan de 50 para el apoyo de la economía sostenible y el desarrollo local, Bruselas reivindica un pacto que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha convertido en sanciones a Teherán. Entre el dinero habrá ocho millones reservados para el sector privado.
La financiación en Irán a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) era uno de los escudos principales de la Unión Europea para proteger a sus firmas en Teherán y salvar el acuerdo nuclear iraní. Este miércoles Werner Hoyer, presidente del BEI, ha cerrado esta puerta alegando que estar activos en Irán supone un “riesgo para su modelo de negocio”. Entretanto, el cronómetro para que las sanciones de EEUU entren en vigor no ceja.
Estrasburgo ha acogido esta tarde el enésimo debate sobre el acuerdo nuclear iraní y lo ha hecho para insistir en mantener el pacto, ahora roto por Estados Unidos, como la forma de asegurar la seguridad. Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, ha calificado como un “gran peligro” la posibilidad de una escalada nuclear iraní como respuesta al fin uniletral del pacto por parte de Trump.
En la mesa de los ministros de Asuntos Exteriores ha estado por tercera vez el acuerdo nuclear iraní. La UE avanza todo lo rápido que su burocracia le permite para proteger a sus empresas en la República Islámica de las sanciones estadounidenses y para persuadir al país de los ayatolás de no abandonar el pacto. Hoy, los Veintiocho han acordado crear una red para coordinar las posibles medidas y varios Estados miembros han presentado ideas a nivel nacional.
"La supervivencia del acuerdo nuclear iraní es un test para la UE", señalaba esta semana Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores. Si Irán sigue cumpliendo, la Unión así lo hará, dicen en Bruselas. Si el bloque comunitario lo respeta, nosotros también, apuntan en Teherán. El qué es claro y aparentemente sencillo; no así el cómo. La República Islámica pide medidas concretas para finales de mayo y el tiempo de la UE para superar el examen apremia.
Tiempos frenéticos en los despachos de Bruselas para mitigar el impacto de las sanciones de EEUU en las compañías europeas en Irán. El comisario de Energía Miguel Arias Cañete ha viajado a la República Islámica para convencer a los ayatolás de mantener el acuerdo nuclear iraní actual. En el otro lado del Atlántico, EEUU ha presentado un ultimátum de doce condiciones a Teherán para evitar unas "sanciones sin precedentes". La UE lo rechaza.
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