El aislamiento de Suiza en Europa parece haberle perjudicado económicamente, al atravesar su peor crisis tras la posguerra, según el informe de 1997 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El país helvético rechazó pertenecer al Espacio Económico Europeo en 1992.
La visita del comisario Hans van den Broek (Relaciones con los países de Europa Central y Oriental y con la antigua Unión Soviética) a territorio ruso la semana pasada tenía como objetivo potenciar unos vínculos que no están del todo solidificados entre la UE y el país euroasiático. El éxito, según los portavoces comunitarios, ha sido total. Se ha conseguido un importante acuerdo sobre el etiquetado de productos, y se han garantizado nuevas ayudas TACIS. En definitiva, las relaciones actuales con Rusia no tienen nada que ver con las de hace cinco años, cuando predominaban el desconocimiento mutuo y la incertidumbre. Aunque queda pendiente la ratificación de algunos acuerdos importantes, las previsiones son optimistas, y mejora la colaboración empresarial y comercial.
Los expertos del Consejo estudian ya un documento de trabajo de la Comisión Europea sobre el futuro del "proceso Asem", es decir, el diálogo político informal entre Europa y Asia. Entre los propósitos para el futuro se encuentra la mejora de los procedimientos aduaneros y los flujos de inversiones. Las cuestiones más difíciles son la ampliación del diálogo a otros países de Asia y el solapamiento con otras organizaciones económicas, como la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El Consejo de Ministros de la Unión Europea aprobó el 24 y el 28 de julio dos directivas que posibilitarán la adaptación de la normativa comunitaria sobre contrataciones públicas al acuerdo internacional sobre contratación pública, suscrito en el marco de la Organización Mundial de Comercio el 15 de abril de 1994. Al mismo tiempo, se está debatiendo en el seno de la Unión una reforma en profundidad del sistema actual de contratación pública. Un Libro verde adoptado por la Comisión y un dictamen del Comité Económico y Social son dos ejemplos del ejercicio de reflexión.
El establecimiento de la Nueva Agenda Transatlántica (New Transatlantic Agenda, NTA) en 1995 respondía a la necesidad de conseguir un mayor entendimiento entre dos de las más importantes entidades económicas del mundo: la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU). De otro modo, ambas llegarían a estorbarse en vez de colaborar productivamente. Sin embargo, los obstáculos para que la NTA consiga su objetivo final (la creación de un mercado único UE-EEUU) no son escasos. La historia de la Agenda muestra que el progreso ha sido difícil, y que probablemente lo será aún más en el futuro, ya que quedan por alcanzar los mayores retos. En todo caso, si hay algo que haya empujado hacia delante el proyecto han sido los empresarios de ambas orillas del Atlántico, interesados en explotar todo lo que este mercado puede dar de sí: miles de millones de dólares.
El diálogo transatlántico entre la Unión Europea y Estados Unidos se intensifica, pero el último informe sobre las barreras comerciales existentes entre las dos partes expone aún un gran número de restricciones norteamericanas a las exportaciones comunitarias. La UE denuncia las prácticas extraterritoriales de EEUU y la tendencia proteccionista de algunos de sus estados federales y ciudades. También ha criticado el alto nivel de apoyo a las empresas aeronáuticas nacionales, en clara referencia al caso McDonell Douglas. En definitiva, las conclusiones son que se avanza poco y que EEUU sigue considerando que sus productos y sus servicios tienen prioridad en un buen número de casos. La Comisión se excusa afirmando que "cuanto más se conoce un tema, más problemas parece que hay". Sin embargo, hoy por hoy un Mercado Transatlántico parece un horizonte todavía muy lejano.
La gran tarea de la presidencia luxemburguesa será preparar las decisiones que la Unión deberá tomar, en diciembre próximo, en relación con la apertura de nuevas negociaciones de ampliación de la Unión. Así se desprende de la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores luxemburgués y presidente en ejercicio del Consejo, Jacques Poos, ante el pleno del Parlamento Europeo. Poos ha señalado que tras la conclusión de la Conferencia Intergubernamental corresponde a su presidencia dar forma definitiva a los textos acordados, verificar sus diferentes versiones lingüísticas y someterlo a la firma de los plenipotenciarios en Amsterdam el próximo 2 de octubre. Otra cuestión prioritaria para la presidencia luxemburguesa será cumplir con el mandato recibido en el Consejo Europeo de Amsterdam para la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo Europeo dedicada al examen de la puesta en marcha de iniciativas relativas a la creación de empleo.
La última sesión plenaria del Parlamento Europeo antes del periodo vacacional tendrá lugar desde hoy, 14 de julio, hasta el próximo día 18 de julio en la sede que el Parlamento tiene en Estrasburgo. Durante la semana que dura el pleno, los europarlamentarios tendrán que afrontar una agenda cargada de temas interesantes. La Comisión Europea dará a conocer la "Agenda 2000", se conocerá una nueva propuesta de directiva sobre patentes para invenciones biotecnológicas, se revisará el programa "Hacia un desarrollo sostenible" y en el campo de las telecomunicaciones, se debatirán las propuestas presentadas.
Los programas PHARE no están bien gestionados. Parte de las ayudas que ofrecen no llegan a ser utilizadas nunca, y algunas otras se producen demasiado tarde. Las subvenciones se conceden sin estrategias claras, y los proyectos no son evaluados al finalizar, por lo que es imposible saber si han servido para algo. En ocasiones, los únicos beneficiarios de los fondos son las agencias consultoras de la UE, que reciben mucho dinero a cambio de informes sin conclusiones concretas.
La Unión Europea y Japón se reúnen durante estos días en La Haya con el objetivo de mejorar y profundizar sus relaciones bilaterales. Aunque sus diferencias en el área comercial son evidentes, algunas ya han sido superadas y en otros aspectos se han introducido elementos de acercamiento. Estos esfuerzos de cooperación se concretan en sectores como el de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, en los que Japón ha contribuido notablemente a promover planes globales en colaboración con la UE, que ha su vez ha participado en la desmilitarización y limpieza de las industrias nucleares de Corea.
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