Jesús González MateosCartas del director Jesús González Mateos

'Backstop', la palabra clave del Brexit

'Backstop', la palabra clave del Brexit

Se denomina cuadratura del círculo al problema matemático irresoluble de geometría que consiste en hallar con solo regla y compás un cuadrado que posea un área que sea igual a la de un círculo dado. Solo se puede calcular por el método de repeticiones sucesivas. El Brexit ha llegado a ese punto en lo referente a la frontera irlandesa, el único verdaderamente irresoluble a fecha de hoy para alcanzar un acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido. La palabra clave es “backstop”, en referencia a la salvaguarda para no imponer una frontera pura y dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Un hecho tan grave que nos retrotraería a antes de los acuerdos de paz del Viernes Santo y a las dramáticas imágenes vividas durante décadas en aquel territorio. ¿Cómo se puede, por tanto, salir el Reino Unido de la Unión Europea sin salirse por un punto que se extiende a lo largo de 499 kilómetros, entre Lough Foyle al norte y Carlingford Lough al este?

El eje franco-alemán al rescate de Europa

El eje franco-alemán al rescate de Europa

El pasado martes, la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron, firmaban el Tratado de Aquisgrán. Un repertorio de gestos, empezando por el simbolismo del lugar elegido, la residencia favorita de Carlomagno, que más allá de su contenido explícito trata de lanzar un mensaje, interno y externo, de fortaleza del eje franco-alemán. Que la Unión Europea se ha construido a base del acuerdo de los dos grandes Estados continentales es tan obvio como que ambos países representan el 30% de su población y de su PIB. Desde que en 1963, De Gaulle y Adenauer firmaran el Tratado del Elíseo, dejando claro que ni uno ni otro tienen otra alternativa que la amistad, el proyecto de construcción europeo ha venido marcado por el ritmo de la cooperación franco-alemana. El momento actual requería de un fortalecimiento, aunque solo fuera formal, para acometer los retos inmediatos de la UE. El hecho de que los dos mandatarios se encuentren en horas bajas, desluce la foto, pero no la intención.

May o el valor de la resistencia

May o el valor de la resistencia

Se entiende por resistencia la acción en la que una persona, animal, cosa u organismo resiste o tiene la capacidad de resistirse, es decir, mantenerse firme o en oposición. Traigo el término a colación porque se trata del factor clave para entender el drama shakespeariano en que se ha convertido el Brexit. La Unión Europea, desde su equipo negociador, dirigido por Michael Barnier, y sus instituciones - Consejo, Comisión y Parlamento -, han mantenido una posición de firmeza indiscutible en todo el proceso, no moviéndose más allá de sus líneas rojas. Eso ha sido posible al aprovecharse de la debilidad de su oponente, un Reino Unido roto políticamente. En la Cámara de los Comunes se han interpretado esta semana dos actos que dejan bien a las claras la práctica ruptura de los consensos básicos en torno al Brexit de la política británica. Y en ellos, Theresa May ha demostrado que su capacidad de aguante es superior a la de todos sus adversarios, como ejemplos insignes y recientes de dicho talante tenemos en la política española en las personas de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

Los seis meses de vértigo de la Presidencia rumana de la UE

Los seis meses de vértigo de la Presidencia rumana de la UE

El 1 de enero Rumanía asumía la Presidencia de turno del Consejo Europeo durante los seis primeros meses de 2019. El Ejecutivo rumano se enfrenta a una agenda de prioridades tremenda, un conjunto de reformas pendientes arrastradas a lo largo del pasado año y con el Brexit y las elecciones europeas de mayo como hitos principales. Mucha tela que cortar, poco tiempo para avanzar en medio de la incertidumbre internacional y, para colmo, dudas razonables de la capacidad de su Gobierno para afrontar el desafío presidencial. Cierto es que las presidencias de la UE ya no tienen la relevancia de antaño, toda vez que el Tratado de Lisboa varió las funciones de los tres organismos de la UE, Consejo, Comisión y Parlamento. Pero no es menos cierto que la impronta política del Estado miembro que preside, sigue siendo muy relevante a la hora de establecer la agenda de trabajo e imprimir el ritmo de las decisiones del Consejo

La carta europea a los Reyes Magos

La carta europea a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos de Oriente, a vosotros que repartís ilusiones y sonrisas un día al año, quiero dedicaros la primera carta de 2019. Mi fe europeísta es ilimitada, pues, se basa en la irrefutable prueba de las bondades del proyecto común emprendido por los europeos a raíz del Tratado de Roma de 1957. Paz y progreso es una combinación con poco espacio temporal en nuestra historia. Las guerras dinásticas, comerciales, religiosas, territoriales o ideológicas han sembrado nuestros campos de cadáveres de millones y millones de europeos anónimos, que dieron sus vidas por conflictos generados desde los poderes establecidos. Lo que hoy llamamos Unión Europea, primero Comunidad Económica Europea y después Comunidades Europeas, es el mayor logro democrático de cesión de soberanías de viejas naciones, que jamás haya visto la Humanidad. ¿Cómo no creer entonces en ella? Pero esa fe no es dogmática, requiere de una reflexión y un debate continuo para que el compromiso se renueve y no caigamos en la inercia de una UE que no nos representa, ni nos interesa.

Los retos europeos del 2019

Los retos europeos del 2019

Empezamos un nuevo año, 2019, el sexagésimo segundo desde que en 1957 se firmara en Roma los Tratados de la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom). Ambos tratados, junto con el de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), dieron origen posteriormente a las Comunidades Europeas y a lo que hoy conocemos como la Unión Europea (UE). Un nuevo escalón por escalar y un nuevo obstáculo por sortear en el proyecto común que nos ha proporcionado un extraordinario período de paz y progreso en Europa. Pero la agenda de 2019 viene repleta de retos y riesgos que van a precisar de la movilización de la conciencia europeísta colectiva para alcanzar en condiciones el horizonte de 2020.

Brexit sin acuerdo o cómo asomarse al precipio

Brexit sin acuerdo o cómo asomarse al precipio

Quedan cien días para que el Reino Unido deje de ser miembro de la UE, con acuerdo o sin él. El Brexit sin acuerdo, el llamado “cliff edge” - “el precipicio” – empieza a cobrar posibilidades a medida que en el calendario se acerca al fatídico día D, el sábado 30 de marzo de 2019. Sin pacto de salida el Reino Unido no tendría derecho al período transitorio que el acuerdo fija hasta diciembre de 2020. Tras 45 años como miembro del proyecto europeo común, los británicos quedarían absolutamente aislados de la Unión y todos estaríamos abocados a unas contingencias caóticas cuyas consecuencias son difíciles de prever.

Europa se instala en la multicrisis

Europa se instala en la multicrisis

El próximo mes de mayo tendrán lugar las elecciones europeas que se van a celebrar en un marco de situación de al menos diez crisis, en lo que podemos denominar “la multicrisis” europea”. Los sondeos previos predicen una gran fragmentación del voto, lo que conformaría una Eurocámara desconocida desde su fundación. Al menos seis grupos tendrán presencia relevante: Populares, Conservadores, Liberales, Ultraderecha, Socialistas, Verdes e Izquierda Unitaria. Para conformar mayorías europeístas se necesitarán tres o cuatro de ellas. Está en juego la estabilidad misma del proyecto europeo, e incluso, la posibilidad de que desaparezca si las fuerzas contrarias a la UE son capaces de alcanzar una minoría de bloqueo que asfixie a las instituciones europeas. A este amplio repertorio de crisis nos enfrentamos:

El mapa de la ultraderecha europea

El mapa de la ultraderecha europea

En España acabamos de caernos del guindo al descubrir que la ultraderecha está entre nosotros. Algo que el conjunto de los europeos viene experimentando a lo largo de la última década. Por eso conviene poner en contexto la irrupción tan sorprendente como determinante de Vox en el Parlamento andaluz en función del mapa que las fuerzas de ultraderecha ocupan actualmente en la Unión Europea. Un mapeo que nos descubre la verdadera penetración y fortaleza de los partidos eurófobos y que son un punto de partida de cara a las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Conviene saber los porcentajes que han alcanzado en los Estados miembros, así como a que Gobiernos apoyan o con quien gobiernan en coalición.

Europa necesita un nuevo contrato social

Europa necesita un nuevo contrato social

Las múltiples crisis a las que Europa se ha tenido que enfrentar en la última década demuestran la necesidad de una reforma en profundidad del proyecto de construcción europea si queremos evitar que en cualquiera de las próximas emergencias, el edificio salte por los aires. Estamos hablando del relato que da sentido a la Unión y que es anterior a cualquier cambio institucional. Primero tenemos que establecer un fuerte consenso sobre la Europa que queremos, en vez de poner un parche a cada paso que damos. Y eso requiere anteponer la colaboración a la competencia; lo social sobre lo individual; los planteamientos circulares como solución a los crecimientos lineales y la visión multilateral del mundo frente a los proteccionismos.