Los Estados miembros de la UE perdieron aproximadamente 134.000 millones de euros en impuesto al valor agregado en 2019. Esta cifra representa la pérdida de ingresos por fraude y evasión del IVA; prácticas de elusión y optimización del IVA; quiebras e insolvencias financieras; así como errores de cálculo y errores administrativos. Si bien algunas pérdidas de ingresos son imposibles de evitar, una acción decisiva y respuestas políticas específicas podrían marcar una diferencia real, especialmente en lo que respecta al incumplimiento.