"Eliminar las barreras que hacen que las mujeres sigan siendo ciudadanas subordinadas a la relación patriarcal que persiste en nuestras sociedades" se ha convertido en una urgencia para la eurodiputada socialista Elena Valenciano, que observa con preocupación una Unión Europea donde la proporción media de mujeres en los gobiernos y los parlamentos nacionales es del 25%, donde miles de mujeres mueren cada año a causa de la violencia de género, donde la diferencia de remuneración entre hombres y mujeres alcanza un 28% por un trabajo igual y en la que mujeres discapacitadas presentan un porcentaje de empleo del 25% (la mitad de la tasa que los hombres con las mismas características).

Las nuevas amenazas que pesan actualmente sobre la Unión Europea están mostrando la necesidad cada vez mayor de dotar a Europa de una política común de seguridad y defensa. A pesar de que aún se está lejos de este objetivo, el eurodiputado Luis Yáñez-Barnuevo, del Grupo Socialista, es optimista y piensa que las cooperaciones reforzadas podrían permitir avanzar más rápido, al tiempo que destaca que la Constitución europea incluye instrumentos para ello. Sobre el futuro de Palestina, Yáñez considera que la desaparición de Arafat y otras circunstancias del momento podrían ser la ocasión de que Europa cobre protagonismo en la resolución del conflicto, y se avance hacia una paz estable.

El desarrollo rural y las reformas de los sectores del azúcar y de frutas y hortalizas, encabezan la lista de prioridades en la agricultura europea en la actualidad. Para Esther Herranz, diputada al Parlamento Europeo desde enero de 2002 por el Partido Popular Europeo y Demócratas Europeos (PPE-DE), defender a los jóvenes agricultores, aumentar la competitividad de la agricultura mediante la reestructuración, mejorar la protección del entorno y optimizar la calidad de vida en las áreas rurales con una diversificación económica, sin pasar por alto la ineludible defensa de los derechos de los productores de azúcar, constituyen las tareas urgentes.

El eurodiputado popular y secretario general del Partido Popular Europeo (PPE) Antonio López-Istúriz es un firme defensor de la Constitución europea y no cree que haya dificultades en España para aprobarla en referéndum. Sin embargo, advierte de que la postura de algunos partidos políticos contrarios a la Constitución por motivos internos puede dañar la imagen de la UE en España. López-Istúriz aboga también por mejorar la comunicación con los ciudadanos y se manifiesta a favor del ingreso de Turquía en la Unión.

Los dirigentes europeos se han encontrado a su vuelta de vacaciones con un primer cometido a corto plazo: aprobar y poner a andar al nuevo equipo de la Comisión Europea. Después, con un reto nada fácil pero imprescindible en vista de los referendos sobre la Constitución del año próximo: "vender" a la ciudadanía la idea de Europa. Y finalmente, con una "patata caliente": decir a Turquía si se cuenta con ella ahora o se la delega a los "idus de marzo".

En esta segunda parte de la guía mostramos cómo quedaría el sistema institucional y la toma de decisiones con el Tratado constitucional, haciendo hincapié principalmente en los cambios que introduce. En líneas generales se puede decir que el nuevo Tratado facilita la toma de decisiones -este era el objetivo-, evitando que una Unión Europea a 27 miembros o más resulte inmanejable. Sin embargo, los jefes de Estado han maquillado demasiado el texto reduciendo mucho su eficacia en este sentido, además de que los nuevos procedimientos no empezarán a aplicarse hasta 2009 o 2014 según los casos.

El gobierno de George Bush no previó el día después a la rendición de Irak, lo mismo que nuestras instituciones europeas no han sabido prepararse para el año de la retirada de la actual Comisión Europea, lo cual está provocando un parón institucional en que apenas se empuja nada porque los comisarios están muy ocupados haciendo sus maletas.

El atentado salvaje de Madrid ha removido a toda Europa, que ha visto entrar el miedo al terrorismo masivo en su propio territorio. La pregunta de oro que todos se hacen -¿Al Quaeda estaba detrás o fue ETA?- podría resolverse por una alianza mortífera de ambas organizaciones. En cualquier caso, la Unión Europea parece haber despertado y querer concluir un área de Justicia e Interior que evite estos ataques.

Los informes oficiales detallan con satisfacción que los aportes financieros que el Ejecutivo comunitario destinó entre 2001 y 2004 a distintos programas de cooperación (2.800 millones de euros) triplican las donaciones de economías como la estadounidense, y hacen de la Unión Europea el principal socio comercial de los países en vías de desarrollo; no obstante, para eurodiputados como Fernando Fernández Martín, los resultados en este sector distan mucho aún de ser gratificantes.

El conflicto de Oriente Próximo vive un nuevo episodio tras la reciente muerte del líder palestino Yaser Arafat. La Unión Europea, que hasta el momento ha sido relegada como un actor importante en las negociaciones, tiene una ocasión de oro para lograr protagonismo apoyando nuevas propuestas que sirvan para afianzar la Hoja de Ruta y lograr la paz entre israelíes y palestinos. Pero para ello deberá antes ser capaz de convencer a sus Estados miembros de hacer un frente común, y lograr atraerse a un George W. Bush que empieza su segundo mandato. Por supuesto, nada se hará si antes la Autoridad Palestina no es capaz de dotarse de un líder indiscutido y dispuesto al diálogo, en las elecciones previstas para el próximo 9 de enero de 2005.

María Badía i Cutchet es con 57 años, y desde julio, eurodiputada por el Grupo Socialista Europeo. Ha llegado al Parlamento para hacer valer la potestad de los ciudadanos sobre las decisiones institucionales, a través de las comisiones de Cultura y Educación y de la de Presupuestos. Está decidida a conciliar lo catalán, lo español y lo europeo, y dispuesta, como el caballo de Atila, a que se les reconozca a todos los ciudadanos el derecho a expresarse en su propia lengua, con una consigna única: calma.

La crisis previa del nuevo equipo de comisarios europeos resulta una sorpresa, pues en 1999 también el equipo de "Prodi" recibió críticas serias, pero se cumplió un pacto tácito de no-agresión entre partidos. Éste se ha roto ahora, debido principalmente a dos factores: la necesidad del Parlamento de dar "un golpe fuerte" que le rehabilité tras la poca representabilidad que le dieron las urnas, y el hecho de que un político, Rocco Buttiglione, haya "osado" romper el tabú y hablar en público de sus convicciones religiosas y morales, que chocan de frente con las de la izquierda europea. Salvo un golpe de maestría negociadora de Barroso, la crisis podría llegar a Año Nuevo.

La Unión Europea está decidida a cometer un error táctico que puede poner en peligro el proyecto de integración europea: abrir hoy un camino sin retorno hacia la adhesión de Turquía. Sería un paso "forzado" y poco prudente, cediendo al miedo a la amenaza islamista y a las maniobras de un hombre extremamente hábil: Recep Tayyip Erdogan. Existen soluciones mejores para ligar el destino de este "macro-país" a Europa y sin el riesgo de que resulte más bien Turquía la que se anexione la Unión Europea.

Con el objetivo de facilitar el conocimiento de lo que supone y contiene el primer texto constitucional europeo, hemos preparado este informe en el que nos centramos principalmente en aquellos aspectos que cambian respecto a los antiguos Tratados. El nuevo Tratado constitucional, sin ser propiamente "una constitución", supone un progreso muy notable de transparencia, síntesis y simplificación legislativa del aparato legislativo europeo, además de reforzar los poderes comunitarios al facilitar las tomas de decisión y aumentar las competencias de la Unión. Contiene al mismo tiempo numerosas salvaguardias para proteger las diversidades nacionales y reforzar el principio de subsidiariedad . Sin ser ni mucho menos "una obra maestra", constituye sin duda un importante paso adelante, y deberá ser perfeccionado en futuras ediciones.

El nuevo récord a la baja de participación en unas elecciones europeas no debe mover a sacar conclusiones erróneas: es un exponente de la apatía hacia un sistema político que pierde representación, y no hacia un cansancio mayor por Europa. Los ciudadanos han votado, o no, para apoyar sus políticas nacionales de preferencia, e ignoran casi todo de la construcción europea.